Desde hace varias semanas, el sector se ha convertido en un punto de encuentro para carreras de motos y picadas ilegales, actividades que se desarrollan sin ningún tipo de control y que suponen un peligro potencial para la seguridad de los participantes y de los transeúntes. Es así que, en la tarde de ayer, efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar ante la requisitoria de los vecinos preocupados por las actividades ilegales.
Sin embargo, al arribar a la intersección de Uruguay y 64, los uniformados fueron recibidos con una lluvia de piedras lanzadas por los jóvenes presentes. Ante esta situación, los policías se vieron obligados a retroceder para evitar mayores daños, tanto en los patrulleros como a ellos mismos.
El ataque con piedras resultó en daños a tres móviles policiales. A medida que pasaban los minutos, la cantidad de personas en el lugar comenzó a disminuir, aunque algunos se mantuvieron por un tiempo más, mostrando su descontento ante la presencia policial e incluso haciendo una fogata en medio de la cinta asfáltica.
Cabe mencionar que también agredieron a un periodista de un medio colega, que fue a cubrir lo que estaba sucediendo a quien apedrearon rompiendo un vidrio del auto particular del mismo. La comunidad local ha expresado su preocupación y su descontento por la continua presencia de estas actividades ilegales en su vecindario.
La policía, por su parte, ha reiterado su compromiso de mantener el orden y la seguridad en la zona, aunque se enfrentan a un desafío significativo debido a la actitud hostil de los jóvenes. En respuesta a los hechos de ayer, habrá que ver qué medidas se toman para evitar futuros incidentes. Este lamentable episodio debe servir como un llamado a la reflexión para toda la comunidad.
Es fundamental que tanto las autoridades como los ciudadanos trabajen juntos para encontrar soluciones efectivas que garanticen la seguridad y el bienestar de todos. La violencia y la confrontación no son el camino para resolver los problemas; en cambio, se requiere diálogo, cooperación y un compromiso compartido para construir una ciudad más segura y ordenada. / El Diario de Pringles