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Llegan dias fríos y la oportunidad de mostrar el calor humano que ocultamos

La ciudad y la región vivirá en estos dias jornadas muy frías. Desde este sábado y hasta el jueves inclusive las máximas rondarán de los 5 a los 8 grados y las mínimas en varios de estos días estarán por debajo de los 0°. A partir del viernes próximo empezaríamos a experimentar un leve ascenso de las mismas y con ello, seguramente para muchos, una escalada en nuestros estados de ánimo.

El invierno llega cada año con su carga de frío, de cielos grises y de días más cortos. Para algunos, es tiempo de descanso, de abrigo y café caliente; para otros, es una temporada difícil que pone a prueba la resistencia diaria. Porque el invierno no es igual para todos. Para quienes viven con lo justo, el frío es un enemigo silencioso. Y esta situación no debiera pasar desapercibida para el resto.

Se siente más en las casas mal aisladas, en los cuerpos que no tienen más abrigo que una frazada usada, en los que duermen en la calle, en los que deben elegir entre calefaccionarse o comer. El invierno, más que una estación, es un espejo que muestra con crudeza las desigualdades. Pero también puede ser un llamado a la empatía. Porque cuando hace frío afuera, la calidez humana es más necesaria que nunca.

El frío no solo se siente en la piel. También cala en el ánimo, en los huesos, en la voluntad de quienes cada día salen a ganarse la vida, cueste lo que cueste. Las bajas temperaturas no detienen las necesidades, ni aplazan los compromisos, ni suspenden los esfuerzos. Por eso, en estos días duros, hay que abrigarse también por dentro: con entereza, con coraje, con esa fuerza silenciosa que empuja a seguir adelante.

Afrontar el frío no es solo una cuestión climática. Es una actitud. Es mirar el día gris sin bajar los brazos, es mantener la dignidad aunque el viento duela, es no rendirse cuando todo invita a quedarse quieto. El invierno, como la vida, exige resistencia. Y esa resistencia es un acto de valor cotidiano. En cada paso, en cada jornada, en cada gesto solidario que abriga al otro, se renueva la esperanza. Porque el frío pasa, pero el coraje queda.

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