Tragedia en la caza: un hombre murió tras ser atacado por un jabalí. El animal le produjo cortes en tendones y arterias que le provocaron la muerte. Ocurrió en la localidad de El Carrizal de Abajo, Luján de Cuyo. Diego Iván Cortez, un puestero de 49 años perdió la vida tras ser atacado por un jabalí mientras practicaba la caza con su grupo de amigos y primos. El animal también mató a sus cuatro perros.
El Carrizal de Abajo, en Luján de Cuyo en la provincia de Mendoza. Especialmente en un área conocida por ser un refugio natural para diversos animales salvajes. Cortez, quien se encontraba acompañado de varios amigos, había ido a la zona a cazar jabalíes. Según los testimonios de sus amigos, el grupo había logrado atrapar al animal. Aunque inicialmente parecía controlado, el animal logró liberarse.
En ese momento, el puestero habría pisado una zona de lodo, dio un paso en falso y cayó al suelo: el jabalí aprovechó para atacarlo. Un primo de Cortez, que estaba a 100 metros cuando ocurrió el hecho, se asustó y huyó. Entre dos personas lograron sacarlo. Acto seguido lo llevaron caminando hasta el puesto, para posteriormente ser trasladado en camioneta al Hospital de Maipú y luego derivado al Hospital Central con tres tendones cortados y dos arterias seccionadas en la mano izquierda.
Al día siguiente encontraron al jabalí muerto. Había recibido un disparo detrás de las costillas y estaba escondido. Su esposa y tres hijos expresaron su dolor con un mensaje en sus redes sociales donde destacaron la bondad y el amor que Cortez brindó a su familia y amigos: “Nos quisiste con tanta fuerza y bondad que tu amor estará por siempre grabado en nuestra alma. Te amamos, viejito”.
Estos mamíferos son originarios de Europa y Asia, pero fueron introducidos por los seres humanos en otras regiones del mundo. Lograron expandirse y hoy están incluidos en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, de acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Los jabalíes ya están en 16 de las 24 jurisdicciones en Argentina, por lo que desde 1953 fue declarado como una especie dañina para las actividades agrícolas-ganaderas.
