¿En Bahía podrá repetirse lo que ocurrió en La Plata en 2013? Como muchos recordarán, en aquellos dias se realizaron denuncias de malversación del número de víctimas tras la dolorosa inundación que afectó en abril de aquel año a la capital provincial. Ocultar o minimizar la cantidad de muertos en una inundación como la que ocurrió en La Plata en 2013 puede responder a diversas razones, muchas de ellas vinculadas a intereses políticos, económicos y sociales.
En la inundación de La Plata del 2 y 3 de abril de 2013, el gobierno de la provincia de Buenos Aires inicialmente reportó 51 víctimas fatales, pero muchas investigaciones y testimonios de vecinos sostienen que la cantidad real fue mucho mayor. Se denunciaron irregularidades en el registro de fallecidos, la falta de una respuesta rápida y un supuesto intento de encubrir la magnitud de la tragedia.
Algunas de las principales razones podrían ser:
1. Responsabilidad política y gestión de la crisis
Las autoridades locales y nacionales pueden buscar reducir el impacto negativo de la tragedia en su imagen pública. Si se reconocen más víctimas, se podría interpretar como una falla en la prevención y respuesta ante el desastre, lo que podría generar críticas, pedidos de renuncia o pérdida de apoyo electoral.
2. Evitar el pánico y la protesta social
En situaciones de crisis, un número alto de muertos puede generar pánico, enojo y movilizaciones masivas de la población afectada. Minimizar las cifras puede ser una estrategia para controlar la reacción pública y evitar conflictos o disturbios.
3. Impacto en la economía local
Un desastre de gran magnitud con muchas víctimas puede afectar el turismo, la inversión y la confianza en la infraestructura de la ciudad o la provincia. Presentar números más bajos podría ser una forma de proteger la economía y evitar una crisis secundaria.
4. Falta de un registro claro de víctimas
En casos de catástrofes, a veces hay problemas reales en la identificación de víctimas:
Cuerpos arrastrados por el agua que tardan en aparecer.
Falta de registros oficiales de personas desaparecidas.
Dificultades en la comunicación entre distintas instituciones encargadas del conteo.
En estos casos, el ocultamiento puede no ser intencional, sino producto del caos y desorganización en la gestión de la emergencia.
5. Presión de sectores privados o medios de comunicación
A veces, grandes grupos económicos o medios alineados con el gobierno pueden ayudar a disminuir la cobertura mediática de la tragedia para evitar que la noticia se propague o tenga un impacto prolongado.
6. Manipulación de estadísticas oficiales
El Estado puede modificar datos oficiales para presentar una imagen más controlada de la situación. En el caso de La Plata, hubo denuncias de que las cifras oficiales no coincidían con las que manejaban familiares y organizaciones civiles.
