El escultor Antonio Bagué. Este artista catalán excepcional llamado Antonio Bagué, se radicó en nuestro medio por una gestión del Intendente Daniel Amadeo y Videla. Había llegado a Bs. As. y tenía un salón de exposiciones en la calle Florida. Desde allí vino para radicarse en Coronel Suárez. Realizó algunos viajes a Bariloche y trajo muchos cuadros pintados por él con paisajes de ese lugar.
La radio “Los cuatro vientos”, que trasmitía por altavoces en la zona céntrica de la ciudad, anunciaba: “Vengan a ver Bariloche en Coronel Suárez”. Así pudo venderlos y algunos de ellos se encuentran adornando salas y escritorios en esta ciudad.
Personas que lo han conocido cuentan que a Don Antonio Bagué no lo valoraron como el artista que era y todavía se le está debiendo el merecido homenaje. En esta ciudad inició sus actividades como profesor de dibujo y pintura en una casa ubicada en la esquina de Las Heras y Sarmiento. Lamentablemente esta tarea no tuvo continuidad.
La década de 1930 estaba en crisis y en su vida personal sufrió el abandono de su esposa, quien le dejó a su hijita Itatí. Pero eso no fue inconveniente para una persona dotada de tantas habilidades. Frente a la Plaza Central por la calle Sarmiento, al lado de la Sociedad Alemana, Bagué abrió un estudio de fotografía con mucho éxito.
Las jóvenes se entusiasmaban al posar ya que uno de los detalles que les proponía era que sus manos estuvieran colocadas de manera artística.
Por su iniciativa se construyó un monumento a la Bandera: el Mástil Patrio. Está emplazado en la intersección de las avenidas Alsina y Sixto Rodríguez.
Instituciones sociales, culturales y deportivas de la ciudad, Huanguelén y de la zona sumaron su adhesión para generar colectas, organizar eventos y recaudar fondos para lograr materiales y el dinero necesario para realizar la obra sin que costara un centavo al erario público. El precio fue de $ 18.000.
La construcción, realizada por Don Cayetano Bevacqua, consta de un pedestal de 4 x 5.5 mts. de base en la que se encuentran ubicadas 8 esculturas realizadas por el artista, quien las tomó de modelos vivos, algunos de los cuales posaron para él, como el hombre que está arrodillado sosteniendo una herramienta.
Entre las estatuas se encuentra separada la de un gaucho. Este señor, de apellido Medrano que en los años anteriores oficiaba de comisario y ponía orden en el pueblo fue distinguido por Bagué para perpetuar su recuerdo. La estatua de una mujer a la que se ve de espaldas ofreciendo su hijo a la Patria tiene la particularidad de haber sido tomado sin que la modelo posara al efecto.
El escultor, muy buen observador, descubrió en la Sra. Nina Lovecchio la elegancia de su peinado y la forma de su espalda mientras ella paseaba con sus amigas por la Plaza Central. Este relato lo brindó la hija de Nina, la profesora Olga Kleiner. Las estatuas están distribuidas sobre tres caras de la base del mástil, la cuarta ostenta el Escudo Nacional.
Bajo cada cuerpo de las esculturas, trabajadas en hierro sobre un cuadro iluminado por dentro, se leen las palabras que su creador interpretó así: “Honor”: de todos los argentinos que saben laborar para su patria sin escatimar sacrificios para contribuir a su grandeza. “Patria”: hermosa palabra que en todos los instantes de la vida debe ser convertida en hechos. “Libertad”: en ella está condensada la aspiración de la humanidad.
Las partes de cemento armado y la colocación de la aguja fue realizado por los hermanos Juan y José Buczek. Uno de ellos subió hasta el tope del mástil, que en total mide 45 metros para colocarlo en su lugar. Por su altura, a este mástil se lo consideró en su tiempo como el más alto de América del Sur. El 12 de octubre de 1935 se inauguró frente a una inmensa concurrencia.
Una crónica periodística de Bs. As. decía: “instantes después se dio comienzo a izar la gloriosa enseña nacional entre las ovaciones nutridas del público, mientras era cantado por todos los presentes el Himno Nacional…” El Cristo del Camino, que se levanta en la Av. San Martín, cuando ésta se transforma en Av. Alemanes del Volga, el busto del Dr. Ramón y Cajal emplazado en el frente del Hospital Municipal …
… El grupo escultórico de la plazoleta de la Parroquia San José Obrero, en la Colonia 2, el Calvario de Tornquist son otras importantes obras que nos dejó el escultor Bagué. En el año 1951 se radicó en Bahía Blanca y allí siguió con su carrera artística. Sea éste el recuerdo a un extranjero que admiró a nuestra patria y dejó su ofrenda para realzar nuestra bandera.
