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Cómo disfrutar de ese momento que tienes para tí ¡¡ y no dormirte !!

Ver televisión por la noche es un ritual clásico en muchos hogares: una forma de relajarse después de un día largo, compartir un momento familiar o simplemente desconectar. Pero para muchas personas, esa rutina termina inevitablemente en una escena repetida: los ojos se cierran, la cabeza se inclina hacia un costado, y el control remoto cae de las manos. En otras palabras, se quedan dormidos frente al televisor. ¿Por qué sucede esto y cómo evitarlo sin renunciar a ese momento de relax? Acá te lo contamos.

1. El cerebro y la TV: ¿relajación o desconexión total?
Cuando te sentás a mirar televisión de noche, se combinan varios factores que favorecen el sueño:
Cansancio acumulado del día
Ambiente oscuro y cómodo
Poca estimulación cognitiva
Ritmo circadiano bajando su energía
Tu cuerpo interpreta esta situación como una oportunidad ideal para entrar en modo descanso, incluso si no era tu intención. Por eso, la clave para no dormirse está en estimular suavemente al cerebro, modificar el entorno físico y revisar tus hábitos diarios.

2. Elegí mejor qué mirar
No todos los contenidos son iguales. Algunos fomentan la pasividad y el sueño, otros mantienen tu atención encendida.
Contenidos que te ayudan a mantenerte despierto:
Series con suspenso o ritmo acelerado
Documentales atrapantes o educativos
Programas con participación activa (como juegos, concursos o debates)
Películas nuevas que te interesen de verdad

Contenidos que invitan al sueño:
Repeticiones que ya viste muchas veces
Programas con ritmo lento o monótono
Películas con banda sonora suave y poca acción
Publicidades largas o canales de fondo sin interacción
Consejo: Si ya sabés que cierto contenido te relaja demasiado, dejalo para otra hora del día, como la siesta del fin de semana.

3. Cambiá tu entorno: la comodidad no siempre ayuda
Aunque parezca contradictorio, estar demasiado cómodo puede ser tu enemigo si querés mantenerte despierto viendo televisión.
Probá con estos ajustes:
Luz tenue encendida: Evitá mirar a oscuras, ya que la falta de luz estimula la producción de melatonina, la hormona del sueño.
Postura activa: No te recuestes. Sentate con la espalda recta o incluso usá una silla en lugar del sillón.
Temperatura equilibrada: Evitá tanto el calor excesivo como el frío. El confort térmico es clave para no adormilarte.

4. Activá tu cuerpo y tu mente
Para mantenerte despierto, necesitás mandar señales al cerebro de que todavía hay actividad:
Movete cada tanto: Levantate durante los cortes, hacé una pausa para estirarte, o simplemente cambiá de posición.
Tomá algo liviano: Un vaso de agua fría, un té con cafeína suave (como té verde o negro), o masticar una fruta puede ayudarte.
Comentá lo que ves: Si estás acompañado, charlá sobre lo que está pasando en pantalla. Y si estás solo, pensalo en voz alta o hacete preguntas mentales (“¿cómo se va a resolver esto?”, “¿qué haría yo en su lugar?”).

5. Revisá tu rutina diaria: a veces el cuerpo te está dando un mensaje
Si te dormís todas las noches frente al televisor, probablemente tu cuerpo está pidiendo descanso real. Forzarte a seguir despierto tal vez no sea la solución. Es importante prestar atención a:
Las horas de sueño que venís acumulando
Si estás comiendo muy pesado a la noche
Si estás tomando siestas muy largas o muy tarde
Si tu nivel de estrés es alto y te drena la energía al final del día
A veces, lo mejor que podés hacer es aceptar que necesitás acostarte antes, y dejar la televisión para un rato más temprano o durante el día.

Conclusión: la clave está en el equilibrio
No hay nada de malo en quedarse dormido viendo televisión… si ese es tu plan. Pero si lo que querés es disfrutar realmente de tu serie favorita, terminar una película o compartir un rato en familia sin quedarte dormido a mitad de camino, entonces tenés que tomar un rol más activo en ese momento del día.
Con pequeñas modificaciones en tu entorno, tus elecciones de contenido y tu rutina, vas a poder mantenerte despierto y disfrutar ese momento de desconexión sin desconectarte del todo.

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