Hace 30 años, década del ’90, mientras el trabajador en nuestro país gozaba de condiciones económicas muy favorables en las cuales el fruto de su esfuerzo le permitían planificar sin miramientos, un sector de la sociedad gritaba a los cuatro vientos que eso era muy contraproducente para el presente y futuro del país. Muchos recordarán aquella frase que se exponía: “Argentina no es viable con estos salarios. Nuestro país no es competitivo y para serlo deberá asumir el modelo chino”.
Profundizando en ello, el ejemplo a seguir era que los trabajadores “ganen en un mes para un plato de comida”. Y las condiciones en mayor o menor medida nos fueron llevando a esta situación actual, bastante parecido al modelo chino ¿comunista o capitalista?. Lo cierto es que, los salarios bajos tienen un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y en el bienestar general de la sociedad y aqui algunas de las afectaciones.
Acceso a necesidades básicas: Los salarios bajos pueden dificultar el acceso a necesidades básicas como alimentos nutritivos, vivienda adecuada, atención médica y educación. Esto puede resultar en condiciones de vida precarias y dificultades para cubrir gastos esenciales.
Salud y bienestar: Las personas con salarios bajos pueden enfrentar mayores niveles de estrés y ansiedad debido a la preocupación constante por las finanzas. Esto puede tener repercusiones negativas en la salud mental y física, así como en la calidad del sueño y la capacidad para mantener hábitos de vida saludables.
Vivienda y condiciones de habitabilidad: Los salarios bajos pueden limitar las opciones de vivienda adecuada y segura. Muchas veces, las personas se ven obligadas a vivir en áreas con altos niveles de criminalidad, infraestructuras deficientes o condiciones de hacinamiento, lo que afecta su calidad de vida y seguridad.
Educación y desarrollo personal: Con salarios bajos, puede ser difícil invertir en educación adicional, desarrollo profesional o capacitación. Esto puede limitar las oportunidades de progreso y desarrollo personal, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad.
Acceso a servicios de salud: Los costos de atención médica pueden ser prohibitivos para quienes tienen salarios bajos, lo que resulta en un acceso limitado a servicios de salud preventiva y tratamiento médico cuando es necesario. Esto puede llevar a problemas de salud no tratados adecuadamente y a un empeoramiento de las condiciones de salud a largo plazo.
Calidad del entorno social y comunitario: Los salarios bajos pueden afectar la participación en actividades sociales y comunitarias, ya que las personas pueden tener menos recursos disponibles para participar en eventos locales, culturales o recreativos. Esto puede contribuir a una sensación de aislamiento social y falta de pertenencia.
Impacto en la economía local y nacional: Los salarios bajos pueden afectar negativamente la demanda agregada en la economía, ya que las personas tienen menos capacidad adquisitiva para comprar bienes y servicios. Esto puede limitar el crecimiento económico y perpetuar ciclos de pobreza y desigualdad.
En resumen, los salarios bajos no solo afectan el bienestar económico individual, sino que también tienen implicaciones profundas en la salud, la educación, la vivienda y la calidad de vida en general. Abordar las causas subyacentes de los salarios bajos y promover políticas que mejoren los ingresos y las condiciones laborales son fundamentales para mejorar la calidad de vida de todos los miembros de la sociedad.