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Solo quedarán los recuerdos: delfines del ex Aquarium Mar del Plata llegaron a Egipto

Tras casi 32 años el Aquarium Mar del Plata anuncia su cierre definitivo

Un viaje que cierra una historia: trasladaron con éxito a diez delfines del ex Aquarium Mar del Plata a un oceanario de Egipto. Durante décadas, el ex Aquarium de Mar del Plata fue un escenario entrañable: un lugar donde generaciones de visitantes descubrieron, por primera vez, la magia del mundo marino. Entre risas infantiles, postales familiares y el asombro de quienes miraban por primera vez un salto en el aire, los delfines fueron, sin duda, los grandes protagonistas.

Hoy, esa historia sumó un capítulo final y emotivo. Los diez delfines que permanecían en el predio iniciaron un largo viaje hacia un nuevo hogar: un oceanario de Hurghada, en la costa del Mar Rojo, Egipto. El operativo coronó un proceso que comenzó meses atrás, cuando en marzo el emblemático complejo bajó definitivamente sus persianas, dejando atrás toda una era en la memoria marplatense.

El recorrido comenzó por vía terrestre, rumbo al aeropuerto internacional de Ezeiza. Allí los esperaba un vuelo de Qatar Airways y un equipo dedicado especialmente a ellos: veterinarios, biólogos y cuidadores que los habían acompañado durante años. Los delfines viajaron en contenedores diseñados especialmente para garantizar su bienestar durante cada etapa del trayecto.

“Llegaron en excelente estado, debido a las buenas condiciones médico-veterinarias en las que se encontraban”, señalaron los responsables del operativo a Ahora Mar del Plata. La frase trajo alivio, aunque también un dejo de melancolía: eran los últimos habitantes de un lugar que supo ser un ícono turístico de la ciudad.

Como todos los ejemplares habían nacido en cautiverio, su regreso al mar nunca fue una opción viable. No contaban con las habilidades de caza ni los comportamientos necesarios para sobrevivir por sus propios medios. Por eso, encontrar un espacio adecuado, con estándares de bienestar garantizados, era el único destino posible.

Hurghada, un reconocido polo turístico sobre el Mar Rojo, cuenta con tres oceanarios. Los delfines marplatenses fueron incorporados a un complejo inaugurado en 2015, que alberga a 1.200 animales de casi un centenar de especies. Según informaron las autoridades del ex Aquarium, el lugar cumple con “altos estándares de bienestar animal”, un detalle que trajo algo de serenidad en medio del cierre de una historia tan larga.

Para asegurar una adaptación tranquila, tres cuidadores argentinos también emprendieron el viaje y permanecerán allí durante al menos tres meses, acompañando a los delfines en esta nueva etapa y monitoreando de cerca su comportamiento en un entorno completamente distinto.

Aunque este fue el operativo más complejo y simbólico, no es el final del trabajo. Otros animales nacidos en cautiverio continúan en el predio del ex Aquarium, aún bajo el cuidado de profesionales mientras se definen sus destinos. La prioridad sigue siendo la misma: garantizar que cada uno pueda ser trasladado a un sitio donde su bienestar esté asegurado.

El cierre del Aquarium no solo deja un vacío físico en la ciudad, sino también una memoria colectiva: la de un espacio que formó parte de la infancia y de la curiosidad de miles de argentinos. El viaje de estos delfines es, en cierta forma, el último capítulo de una historia que durante años dio vida y movimiento a la costa marplatense. Hoy, aquel mundo marino se apaga en la ciudad, pero sus protagonistas siguen nadando, al otro lado del mundo, hacia un nuevo comienzo.

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