El empleo privado se desploma: cayó seis veces más que el público y el salario mínimo retrocede a niveles de 2001. Un informe del IIEP-UBA confirmó un deterioro profundo del mercado laboral argentino. En agosto, se perdieron 13.100 empleos formales, completando cuatro meses consecutivos de caída tras el estancamiento registrado entre fines de 2024 y el primer trimestre de 2025.
El retroceso se concentró en el sector privado, que eliminó 10.600 puestos, una magnitud seis veces superior al ajuste estatal, donde se perdieron 1.700 empleos. El trabajo en casas particulares también retrocedió levemente, con una baja cercana a 800 puestos.
Con este resultado, el empleo registrado volvió a niveles de octubre de 2022. El país cerró agosto con 10.078.000 trabajadores asalariados, lo que implica 33.000 empleos menos que un año atrás y 224.000 menos que en noviembre de 2023.
El informe también alerta por el desplome del salario mínimo, vital y móvil, que entre noviembre de 2023 y octubre de 2025 acumuló una pérdida real del 35%. El SMVM hoy está por debajo del valor de 2001 y equivale apenas al 36% del pico de 2011. La caída se profundizó en los últimos meses: –0,5% en julio y agosto, –2% en septiembre y –2,3% en octubre.
A este retroceso se suma la baja salarial medida por el Índice de Salarios del INDEC en septiembre: el sector privado registrado perdió 0,7% de poder adquisitivo y el público, 0,9%. La combinación de destrucción de empleo y licuación salarial configura uno de los escenarios más complejos para la economía real en los últimos años, con especial impacto en los sectores más vulnerables.












