Un ex NBA debutó como futbolista profesional: con 2,26 metros es el más alto de la historia. El deporte mundial sumó un hecho insólito que mezcla básquet y fútbol. El ruso Pavel Podkolzin, quien supo jugar en la NBA con los Dallas Mavericks, debutó oficialmente en el fútbol profesional y rompió un récord: con sus 2,26 metros de altura se convirtió en el futbolista más alto de la historia.
El estreno se dio con el Amkal Moscú, en un encuentro de la Copa de Rusia frente al FC Kaluga. Podkolzin, de 40 años, ingresó como delantero y en pocos minutos dentro del campo logró llamar la atención de todos. Su presencia en el área rival generó peligro inmediato y hasta tuvo una ocasión clara de gol con un cabezazo que obligó a una gran reacción del arquero. Finalmente fue reemplazado alrededor de los 18 minutos del primer tiempo, en un partido que terminó con victoria de su equipo por 1 a 0.
Podkolzin nació en Novosibirsk en 1985 y llegó a la NBA en 2004, cuando fue elegido en el Draft y transferido a Dallas Mavericks. Allí disputó apenas seis partidos oficiales repartidos en dos temporadas. Luego regresó a Rusia, donde desarrolló gran parte de su carrera en equipos como Khimki y Lokomotiv Novosibirsk, hasta retirarse en 2019.
Ahora, varios años después de colgar las zapatillas de básquet, decidió aceptar un nuevo desafío dentro de un deporte en el que nunca había competido profesionalmente. Su fichaje por el Amkal, un club conocido por su origen en ligas amateurs y su impacto mediático, sorprendió a propios y extraños.
Con su estatura, Podkolzin quedó apenas 18 centímetros por debajo del travesaño, lo que lo convierte en una amenaza aérea como pocas veces se ha visto en un campo de fútbol. Su presencia supera ampliamente a otros futbolistas considerados “gigantes”, como Peter Crouch (2,01 m) o el inglés Kyle Hudlin (2,10 m).
El ex NBA se mostró emocionado tras el debut y agradeció la oportunidad de poder experimentar una nueva etapa deportiva a esta altura de su vida. Además, envió un mensaje especial a los aficionados que lo siguieron en Estados Unidos, recordando con cariño sus años en Dallas.
El caso de Podkolzin quedará registrado en la historia del fútbol no solo por lo insólito de su trayectoria, sino también por haber establecido una nueva marca. Nadie había jugado profesionalmente al fútbol con semejante altura. Su debut abre interrogantes sobre cuánto podrá aportar al equipo en términos competitivos, pero al mismo tiempo representa una curiosidad que ya lo inscribió en los libros de récords deportivos.
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