Consternación en Laprida por la muerte de un joven policía bonaerense. El efectivo, oriundo de Laprida pero destinado en otra localidad, fue hallado sin vida en su vivienda del barrio Terrabuell. El efectivo, oriundo de Laprida pero destinado en otra localidad, fue hallado sin vida en su vivienda del barrio Terrabuella. La principal hipótesis indica que se habría quitado la vida.
Una fuerte conmoción se vive en Laprida tras conocerse la trágica muerte de un joven oficial de la Policía Bonaerense, vecino de esa ciudad, aunque prestaba servicio en otra localidad de la provincia. El hecho ocurrió en las últimas horas en una vivienda del barrio Terrabuella, sobre la calle Antártida Argentina, entre Catriel y Rojas. Hasta allí se trasladó personal de la Policía de Seguridad Comunal, que se encuentra trabajando en el lugar del suceso.
Según las primeras informaciones, aún no confirmadas oficialmente, el efectivo habría tomado la drástica decisión de quitarse la vida. La investigación permanece abierta y por el momento se manejan con suma cautela los detalles del caso. Por averiguaciones practicadas se pudo saber que fue identificado como Bruno Campagnoli (32), Oficial Subayudante de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
Actualmente cumplía funciones en la Cría. Novena de San Isidro, aunque se hallaba con licencia. Una vez cumplimentadas las tareas en el lugar, será trasladado para realizar la autopsia correspondiente.
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La zona permanece acordonada y con fuerte presencia policial, por lo que se solicita a los automovilistas evitar circular por el sector, ya que el tránsito se encuentra restringido para facilitar las tareas de los peritos y el personal de seguridad.
Este lamentable episodio genera profunda tristeza en la comunidad, que acompaña con respeto y pesar a los familiares y seres queridos del joven oficial. Sabido es y lo hemos publicado con anterioridad que la Policía Bonaerense enfrenta diversas problemáticas de salud que afectan tanto su bienestar físico como mental.
Entre las más comunes se encuentran el estrés crónico, la fatiga laboral y los trastornos de ansiedad, derivados de las extensas jornadas, la exposición constante a situaciones de riesgo y la precariedad en condiciones laborales. Además, muchos efectivos padecen dolencias musculares y cardiovasculares por la falta de actividad física adecuada y controles médicos periódicos.
A esto se suma un acceso limitado a servicios de salud mental, lo que dificulta el tratamiento de traumas y cuadros depresivos frecuentes en la fuerza. Estas problemáticas no solo afectan la calidad de vida de los agentes, sino también su desempeño profesional y la seguridad de la comunidad.
