Se continúan las detenciones en una casa de la comarca

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Casa maldita: otra vez la policía debió ir a donde intentaron matar al albañil. La empresa que tenía contratados a todos los involucrados en el hecho de sangre llevó más gente al mismo lugar. Uno de los nuevos obreros tenía un pedido de paradero activo por lesiones agravadas. La comarca serrana se repite en las noticias policiales. Horas atrás Sierra de la Ventana era noticia porque cuatro albañiles golpearon y apuñalaron a su capataz. Julio César Mairan sufrió golpes, dos puntazos y hasta le prendieron fuego el pelo con un aerosol. Está internado en el hospital de esa localidad. Horas después, otra vez la policía debió ir a donde intentaron matar al albañil.

Con colaboración de personal de Villa Arcadia efectivos de la Subestación de Sierra de la Ventana volvieron a visitar la vivienda de alquiler temporario donde noches atrás se produjo un hecho de sangre que casi le cuesta la vida a un capataz de construcción. Con tres de sus cuatro agresores aún tras las rejas y él recuperándose física y emocionalmente, la empresa que los llevó hasta allí decidió no parar la obra, y por eso, ocupando la misma locación como morada contrató a nueva gente.

En una tarea que ocurre semanalmente los uniformados procedieron a identificar a estos nuevos empleados, detectando que Damián Gustavo Roman, de 29 años, poseía un pedido de paradero activo por un hecho de lesiones agravadas, con intervención de la UFIJ 3 de Bahía Blanca. Dando curso a las actuaciones de rigor emitidas por la justicia, la policía obró en consecuencia. Según pudo saber la redacción de este medio, Román no puede permanecer en la localidad y mucho menos trabajar en la comarca.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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