"Los ricos no piden permiso" y un claro ejemplo de ello

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Carlaván Goñi: el empresario al que nadie logra ponerle freno. Multas, juicios, el retiro del carnet. Ninguna receta fue un remedio eficaz hasta ahora para sacar al temerario conductor del tránsito bahiense. Nada ni nadie frena a Jorge Carlos Carlaván Goñi. El peligro que el empresario representa como conductor es materia sobradamente probada.

Hasta ahora nada ha funcionado ni se han tomado acciones más directas y concretas porque todos dicen que tiene que cometer un delito grave para que quede detenido o internado. Hasta la familia del titular de Droguería Sur ha dicho que no tiene manera de evitar que esto se repita.

Se le han hecho pagar multas, se le han hecho pagar los daños, se le ha sacado el carnet y nada lo frena: no le importan los juicios que le pueda hacer el Estado ni los particulares. Alegando algún tipo de descompensación, inicialmente se niega a bajar del rodado y tiende a evidenciar una mirada “perdida”.

Tal vez sea un caso único en el país de un protagonista de una sucesión de choques –cinco que se conozcan- que milagrosamente no terminaron con heridos ni muertos. Los daños son cuantiosos, tanto en propiedades privadas como del Estado, y en varios vehículos de los involuntarios damnificados que terminaron con destrozos de toda índole.

Todo eso sin contar que el empresario fue hallado culpable, aunque la causa prescribió, del delito de lesiones en perjuicio de una persona a la que atropelló durante una protesta en Tornquist. El caso más reciente de la cadena de siniestros que tienen a Carlaván Goñi como protagonista fue el de esta mañana en Brandsen y Chiclana, donde el temerario conductor se subió a la vereda con su camioneta y tumbó el semáforo y un cesto de basura. Además, dejó sin luz a decenas de bahienses.

El peligro de tener a Carlaván Goñi al volante

El 21 de septiembre de 2022, en uno de los accesos a Bahía Blanca, a bordo de un utilitario Citroën el empresario impactó contra una mampostería de hormigón con el nombre de la ciudad. El 9 de agosto, conduciendo una Toyota Hilux, chocó a un Citroën C3, dirigido por Rubén Rapetti (60 años) en Chiclana y Undiano y se dio a la fuga. Ambas situaciones ocurrieron con el empresario sin permiso para conducir, pues a pedido de la Municipalidad a finales de 2021 la Agencia Nacional de Seguridad Vial le retiró la licencia.

También un 21 de septiembre, pero de 2021, al mando de una Ford Ranger el empresario aceleró con el semáforo en rojo y llevó a la rastra a siete autos (algunos estando estacionados) en Chiclana y Undiano. El 1 de agosto de ese año, Carlaván Goñi estrelló una Dodge RAM contra el frente de una casa en Chequen y Caleu Caleu del barrio Patagonia y amenazó con un arma a la dueña, por lo cual terminó detenido por unas horas. / La Brújula

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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