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Por la crisis recrudece la fuga de escuelas privadas

Placeholder imagePor la crisis hay 80 mil alumnos menos en las escuelas privadas. La crisis económica que sufre el país se profundiza y ahora los padres también buscan ahorrar en la Educación de sus hijos para llegar a fin de mes. Según un informe de la ONG Defendamos Buenos Aires, la matrícula de los colegios privados tanto primarios como secundarios de Capital y el Conurbano sufrieron una baja del 8% (82.311 alumnos) al inicio del ciclo lectivo 2019. Es la mayor pérdida de alumnos para estas instituciones en 10 años.

En el informe que publicó Diario Popular, la ONG estimó que la situación “seguramente se traducirá en el cierre de colegios y el despido de maestros, profesores y auxiliares de la educación merced a este importante achicamiento en el número de alumnos inscriptos”. “En este trabajo en particular hicimos especial énfasis en cuántos chicos de 6 a 17 años a causa de la crisis y la recesión tuvieron que dejar la escuela privada a la cual concurrían”, precisó Javier Miglino, titular de la ONG a Diario Popular.

En ese sentido, explicó cómo se realizó el informe: ‘La información brindada por las distintas cámaras de los establecimientos escolares de gestión privada, primarios y secundarios, permite establecer que en Capital Federal y Provincia funcionan 3.200 establecimientos educativos privados. A esos 3.200 colegios concurren poco más de 1.000.000 de niños y adolescentes, es decir que el ciclo lectivo de 2019 ha dado comienzo con la pérdida de nada menos que el 8 % del total de todos los escolares que concurren a establecimientos privados”, agregó.

La “Encuesta de Educación Privada para la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense” fue realizada durante enero, febrero y marzo de 2019, previo al inicio del ciclo lectivo actual. Se trata de la mayor pérdida de alumnos para los institutos privados, tanto de Capital como del Conurbano, en 10 años. Para Miglino, el cambio de escuela implica “no sólo una decisión económica en el interior de las familias sino también la pérdida de compañeros, amigos y afectos, colocando a los padres en el difícil papel de tener que ser ellos mismos, los encargados de dar la mala nueva sobre un cambio de escuela no buscado ni deseado”. / Perfil

 
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