Unos mil aislados en 2 distritos, marcan su viralidad

Placeholder imageUnas 1.000 personas aisladas entre Pringles y Laprida muestran la viralidad del COVID-19. Ambas ciudades permanecen en vigilia en pleno mapeo epidemiológico. La primer comuna contabiliza 24 casos y la segunda 46. Ambas ya retrocedieron de Fase del aislamiento social. Muy contrariado, el intendente de Coronel Pringles, Lisandro Matzkin, se quejó por la actitud de algunas personas al no cumplir las reglas de la cuarentena, y señaló que “estamos en esta situación porque no se cumplieron los preceptos que se habían marcado”.

Es que los números que ese distrito del sudoeste bonaerense viene mostrando desde el viernes pasado preocupan a las autoridades: ya suma 24 casos de COVID-19 activos, 1 recuperado, 60 hisopados descartados y 500 personas en aislamiento por ser contactos estrechos de casos confirmados. La comunidad de la vecina Laprida no tiene un mejor panorama, ya que el director del Hospital Municipal, Fernando Andreatta, dio a conocer este domingo números muy similares: tiene 46 casos positivos activos, 68 hisopados esperando el resultado del laboratorio y 474 personas en aislamiento. Como en el caso de Pringles, se encendieron las alarmas epidemiológicas para detectar otros contactos cercanos y la ciudad retrocedió a la Fase 4.

En diálogo con ANDigital, Matzkin afirmó que “muchos rompieron la cuarentena, quedó en evidencia con el trabajo de seguimiento epidemiológico que se hizo y todos los rastreos. Se rompieron las reglas de manera crónica”, al tiempo que indicó que mucha gente “esperaba que el Estado resolviera todo, que ponga un policía por cada casa, un policía por cada comercio, un guardia urbano, que el intendente esté retando a cada uno de manera personal, y no es así, no funciona así una sociedad”.

Luego hizo un llamamiento a cumplir las normativas: “Tenemos que hacernos cargo de la parte que nos toca, porque si ninguno de nosotros se hace cargo de nuestra pequeña cuota de responsabilidad, esto no funciona”, aunque recalcó que tiene empatía con personas contagiada: “No pueden trabajar y nos ponemos en sus zapatos; pero también ellos tienen que ser empáticos con el pequeño comerciante que ahora no puede abrir, con la empleada doméstica que no puede ir a trabajar y llevar el sustento a su casa…”.

“¿Qué les decimos a ellos?”, se preguntó, y respondió: “¿Les decimos que un grupo importante de gente no cumplió las reglas y ahora no pueden trabajar?”, para cerrar: “Por culpa de esa gente nos vemos obligados a tomar medidas absolutamente duras y desagradables; la verdad es que estamos ante un punto en el que no queríamos estar”.

Con la ciudad ya en Fase 3 –la única entre todos distritos del AMBA–, Matzkin de todas maneras explicó que en Pringles se trabajó durante cuatro meses y medio para esperar este momento de un pico de la pandemia: “El sistema de Salud está bien, está trabajando a pleno, al límite de sus capacidades en cuanto al servicio de telemedicina, bien en cuanto a terapia intensiva (que no tiene ningún paciente COVID-19), bien en cuanto a protocolos, bien en términos generales; por supuesto, ante una situación que no queríamos estar”, destacó.

Asimismo, reforzó que si bien “uno siempre se prepara para el peor escenario, éste no es el peor; estamos con el material, con los recursos humanos, con los recursos técnicos, con todo para afrontar esta situación”. Sobre el brote que hoy mantiene en vilo a todo el distrito, dijo que “esto se podría haber evitado. Yo pensé mucho en lo que hicimos mal, en qué nos equivocamos para estar en esta situación y creo que muchos tenemos que hacer autocrítica, seguramente en alguna cuestión nos hemos equivocado, pero me parece que lo trascendental fue el exceso de relajación y el no cumplimiento de protocolos básicos”.

En este sentido recordó que “en las últimas semanas nos cansamos de decir: no compartan el mate, parecía que estábamos repitiendo sobre lo mismo, 'no tomen mate, distánciense, usen el tapabocas, mantengan la distancia' y sin embargo con todo esto que está pasando y con cada caso positivo que se da, y al momento de hacer los seguimientos epidemiológicos, te terminan diciendo que compartieron el mate, que no usaban el tapabocas...”.

Por último, Matzkin aseveró que Pringles regresó a la Fase 3 porque “estamos en el punto que nos pusimos como sociedad. No todos –aclaró–, pero sí hubo un comportamiento de una parte de la sociedad que nos llevó a este punto; hay que reflexionar desde este error, porque nos ha puesto en una situación complicada y comprometida a todos, tanto desde el punto de vista sanitario como económico”, concluyó. / ANDigital

 
 
 
 
 
 
 
 
 
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