Presentan un protocolo de verano ... ¿se aprobará y replicará?

Placeholder imageEstadías mínimas, “ropa blanca” y limpieza: el protocolo para alquilar durante el verano. El Colegio de Martilleros elevó a la Secretaría de Producción su plan de trabajo durante la temporada. Se establecen procedimientos desde antes, durante y después de la estadía. El Colegio de Martilleros presentó el protocolo sanitario para el alquiler de casas y departamentos durante la próxima temporada veraniegas. Ahora la Municipalidad deberá analizarlo y decidir si le hace modificaciones o lo aprueba.

Entre las principales medidas, expuestas en el documento elevado ante la Secretaría de la Producción que dirige Fernando Muro, se estableció que los turistas que elijan alojarse en unidades extrahoteleras, casas y departamentos amoblados sin prestaciones adicionales, deberán proveerse de “ropa blanca (sábanas y toallas) y almohadas”, mientras que las estadías serán “semanales, quincenales y mensuales no mayores a tres meses”.

Asimismo, esas viviendas deberán permanecer “libres durante 24 horas” para la concreción de los procedimientos “necesarios de limpieza y desinfección”. Para tal fin se dispondrá de “un procedimiento documentado de limpieza de acuerdo con las medidas generales de prevención e higiene”, ya que además de la importancia de la limpieza en general se deberán ventilar los ambientes “el mayor tiempo posible y durante su limpieza y desinfección”.

Una vez realizado el check-out, se deberá dejar liberada “la habitación durante 24 horas para asegurar su correcta ventilación”, antes del ingreso de los siguientes turistas. También estableció un procedimiento de limpieza y desinfección de “las superficies que “se tocan poco, mucho, pisos y retiro de desechos”. El mencionado procedimiento deberá ser convenido con el turista y el profesional inmobiliario deberá realizar un “adecuado control de calidad” en todo lo referente a la limpieza y desinfección de las unidades.

Así, se deberán desinfectar “los picaportes, interruptores, controles remoto, teléfonos, las camas” y sugirió “proteger colchones con cubrecolchón o cubresommier”. Una vez partido el turista, se sugirió retirar los residuos y quitar todos los elementos de aseo y desecharlos ya sean rollos de papel higiénico o bolsas de residuos, mientras que los objetos olvidados por los inquilinos deberán ser colocados en bolsa plástica, desinfectar y guardar en una segunda bolsa sellada herméticamente hasta su devolución final al huésped.

También se recomendó la “correcta dilución” de los productos de limpieza para no perder efectividad y el personal de limpieza deberá usar “equipo de protección personal apropiado” y recibir la correspondiente capacitación para poder usarlo de forma segura. Por su parte, el personal de mantenimiento “siempre” deberá utilizar el tapabocas y se evitarán tareas mientras el cliente este presente. Adicionalmente, se deberá “revisar el sistema de aire acondicionado periódicamente”, prestando especial atención a la limpieza de filtros y rejillas.

Ante la detección de un caso sospechoso, se tomarán en consideración las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación y el turista locatario deberá “notificar de inmediato a las autoridades sanitarias correspondientes”. “Hasta que intervengan las autoridades sanitarias, la persona afectada deberán permanecer en su unidad donde no tengan contacto con otras personas y extremarse las medidas de higiene”, añadieron los martilleros el protocolo.

Por otra parte, en caso de “abandonar la locación antes del tiempo el turista no tendrá derecho a reembolso de las sumas entregadas” y se encuentra obligado a “cumplir rigurosamente el plazo del alquiler temporario”. En el documento presentado se invitó a mantener “una comunicación fluida” entre la inmobiliaria y el turista, brindándole información detallada acerca de la política y protocolos y a “gestionar la comunicación desde el contacto previo a la llegada de los turistas y hasta la finalización de la relación locativa”.

Para la recepción del turista, el protocolo recomendó “previo al ingreso a la oficina inmobiliaria, controlar la ausencia de fiebre y otros síntomas compatibles con Covid-19 para completar el proceso de admisión” y brindarle “en todo el proceso de reserva, comunicación sobre las políticas que el propietario y la inmobiliaria han tomado para preservar su seguridad y salud, como así también la posibilidad de demoras a la hora de hacer su check-in o check-out a fin de respetar las medidas establecidas para asegurar el distanciamiento entre clientes y empleados”.

Asimismo, destacó que la inmobiliaria deberá “comunicar claramente las políticas implementadas ante consultas por cancelaciones o reprogramaciones de reservas, previo a la contratación de la locación”. En ese sentido, recomendó realizar “un pre check-in para coordinar el ingreso (fecha y hora estimada de llegada), y en donde el turista deberá completar una declaración jurada de salud que le será enviada con anticipación por la inmobiliaria.

En la ficha deberán figurar los datos de todos los ocupantes de la unidad locada”. También deberá establecerse de manera anticipada la persona encargada de realizar esos trámites y “únicamente la persona designada podrá permanecer en la zona de recepción a fin de cumplimentar los trámites inherentes al alquiler turístico”. Por su parte, el check-in podrá realizarse en “la unidad locada en casos excepcionales y si así lo estimare el profesional inmobiliario atendiendo a las particularidades de cada caso”, en tanto que el personal a cargo del mismo deberá mantener la conducta de “higiene en manos y desinfección de superficies luego de tocar objetos que se manipulan a menudo”.

Asimismo, el “check-out” se realizará en el tiempo y forma “establecidos previamente” para lo que deberán coordinarse los horarios con “una antelación mínima de 24 horas”. Para cumplir con el mismo, el protocolo estableció un “proceso ágil” consistente en la emisión de una constancia de “recepción de llaves y devolución de los depósitos en garantía, que si existieran se reintegrarán por transferencia bancaria y/o depósito bancario o cualquier otro medio digital a convenir previamente con la inmobiliaria en forma fehaciente para evitar demoras y minimizar riesgos”.

Ante la imposibilidad de ingresar a verificar el estado de las unidades que todavía no fueron desinfectadas para agilizar la entrega de las llaves y priorizando la salud, la inmobiliaria “se reserva el derecho de devolución de los depósitos dentro de las 24 horas siguientes a la entrega de la unidad”. Asimismo, para el ingreso a las unidades de departamentos deberán “respetarse las normas establecidas en cada edificio para el uso de ascensores y partes comunes. Es obligatorio el uso de barbijos y mascarillas”. Los ascensores no se compartirán “entre personas de diferentes unidades familiares”. / La Capital

 
 
 
 
 
 
 
 
 
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